En este camino de la vida, el destino te hace ir por lugares donde nunca pensaste estar, pero te impacta y te cambia la vida para siempre. Hace cinco años llegué por cosas del destino a ser profesor de arte en un centro de educación especial y he tenido la oportunidad de conocer personas realmente especiales que te cambian la forma de ver la vida.
Ayer se apagó para siempre la luz de uno de ellos, del que fue en vida uno de mis estudiantes, precisamente fue de mis primeros estudiantes donde comencé a trabajar y aprendí a conocer a las personas con discapacidades. Esteban era un muchacho que le encantaba jugar y era muy chispa, tan chispa que le gustaba vacilar y con una sonrisa que no la tienen todas las personas. Sus padres, personas ejemplares que siempre le dieron amor y cariño, hasta el último día de su vida, ellos pueden estar con la frente en alto que sacaron la tarea e hicieron lo mejor para Esteban, que murió feliz y lleno de amor, amor no solo por parte de sus padres, sino también por el personal de la "Neuro", la escuela donde siempre le dimos la mejor atención y le tratamos con cariño.
Hasta pronto Esteban, que tu alma se reencuentre con el creador y nunca te olvidaremos!!